El Apóstol Pablo, también conocido como Pablo de Tarso, nació entre los años 5 y 10 d.c.. en la región de Tarso de Cilicia, Turquía. Era hijo de Hebreos, descendiente de la tribu de Benjamín, y adquirió la nacionalidad romana por nacimiento, que era concedida a los ciudadanos nacidos en esa región durante esas épocas. Criado como Judío fariseo, educado bajo las estrictas enseñanzas de la Ley, formado en pleno auge de la cultura helenista. Aprendió a hablar latín, griego, arameo y hebreo, así como también, fue instruido en Filosofía, Teología y Leyes.
La travesía de Saulo
Saulo, como era llamado Pablo, era una persona de carácter fuerte y dominante, que poseía cualidades de liderazgo entre las personas, ya que su nivel de instrucción le permitía gozar de fluidez al hablar.
El poseer tales dones de parte del Creador, le hizo acreedor de posición dentro del movimiento fariseo, ya que las posiciones de autoridad no son asumidas por la mayoría, por el compromiso que conllevan.
Instruido por el Rabino Gamaliel «El Viejo», como dicen las escrituras, pudo ser reconocido dentro del gremio y tener influencia. Esto es destacable, ya que para la época, dentro de la cultura helenista que florecía en la región, contar con la referencia de un maestro de renombre, le permitía a cualquier discípulo el beneficio de una «Carta de Presentación» que le daba prestigio.
«Yo de cierto soy judío, nacido en Tarso de Cilicia, pero criado en esta ciudad, instruido a los pies de Gamaliel, estrictamente conforme a la ley de nuestros padres, celoso de Dios, como hoy lo sois todos vosotros.«
Hechos 22:3, Reina-Valera 1960 (RVR1960)
Aparece en la biblia en la ejecución de Esteban, el cual fue el primer linchamiento conocido de un cristiano. Su participación le brindo la confianza de parte de los lideres fariseos, los cuales lo comisionaron a la ciudad de Damasco, para que se encargase de la exterminación del movimiento cristiano.
La Conversión de Pablo de Tarso
El libro de Los Hechos, describe en el capitulo 9, como al dirigirse a Damasco, de pronto fue segado por un resplandor, y al oír una voz que le decía «Saulo, Saulo, Porque me persigues?»
Era la voz de Jesús lo que escuchaba, y aun los hombres que lo acompañaban podían escuchar sin ver a nadie. De este modo, el poder del Señor le hizo doblegarse.
Aceptó con un corazón dispuesto lo que se le estaba mandando (Manifestación de Fe), y se entrego en oración y ayuno durante tres días.
Solo esperaba la respuesta que Dios le daría, y una vez llegado Ananias, y recobrado la vista, fue lleno del Espíritu Santo y bautizado.
A partir de allí, no seria fácil, ya que tendría que luchar contra la duda de los cristianos y la incertidumbre de los fariseos. Y comenzó a llamarse Pablo (latín Paulus)
« Fue entonces Ananías y entró en la casa, y poniendo sobre él las manos, dijo: Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció en el camino por donde venías, me ha enviado para que recibas la vista y seas lleno del Espíritu Santo.
Y al momento le cayeron de los ojos como escamas, y recibió al instante la vista; y levantándose, fue bautizado.«
Hechos 9:17-18, Reina-Valera 1960 (RVR1960)
Viajes de Pablo de Tarso
Primer Viaje
Estuvo en Jerusalén, donde conoció a Bernabé, y a través de el a los Apóstoles Pedro y Santiago, pero tuvo que huir de los judíos de habla griega.
Partió con Bernabé hacia Antioquia, Turquia y Chipre, desembarcando en la isla de Salamina, lo que le llevo a enfrentar al Mago Elimas.
Éste mago, quería evitar la conversión al cristianismo del Procónsul, por lo que con la autoridad del Espíritu Santo, Pablo lo declara ciego, por lo que perdió su vista un tiempo.
Esto demuestra, no solo que la obra de Dios estaba en manifiesto en el, sino que su arrepentimiento era verdadero y su servicio era de corazón.
Luego viajan a Antioquia, donde parten a Galicia, provocando la ira de los judíos. Parten a Iconia, donde hacen sanaciones, para finalmente regresar a Derbe.
Segundo Viaje
El Propósito de Dios, durante los años del 49 al 52, lo lleva ahora a recorrer Europa, donde conoce a su nuevo asistente, Silas. Y viajan a Frigia, Galacia, Troas, y a Filipos en Macedonia.
Lucas el medico ahora era parte del grupo, y según el libro de Hechos, viajaron a Tesalónica, Atenas y Corinto.
En Atenas logra predicar en el Aeropago, donde muchos estudiosos de diferentes corrientes Filosóficas, quedan sorprendidos de la doctrina que les llevaba.
Pero era el Espíritu Santo que tocaba los corazones de muchos, logrando que se conviertan al cristianismo.
A pesar de que el escepticismo había tenido mucho auge, en Corinto tuvo mucho éxito, y se queda durante al menos 18 meses. Allí se convierten Aquila y Priscila, un matrimonio al servicio de Dios.
Fue en su primer invierno en Corinto, donde escribe las primeras cartas misioneras, preocupado por el comportamiento humano, donde revela la importancia del Espíritu Santo en Nosotros.
Tercer Viaje
El tercer viaje de Pablo de Tarso, se desarrolla entre los años 52 a 56. En Eféso, Pablo causo gran conmoción, debido a que en la región, era muy influyente el culto a la diosa Artemisa.
Los comerciantes de la zona no estaban dispuestos a aceptar que menguara el culto a la falsa diosa, ya que sus negocios dependían de ello.
Luego en Jerusalén fue agredido y arrestado. Fue llevado a Cesarea para ser enjuiciado, donde falsos testigos lo acusaban de llevar griegos al templo.
Logró defenderse de sus opresores de manera que los sorprende, sin embargo queda encarcelado por dos años a espera de juicio.
Los Procónsules Félix y Festus, postergan mes a mes su juicio, a fin de evitar disputas entre cristianos y judíos, por lo que Pablo apela al emperador, haciendo uso de su derecho como ciudadano romano.
Finalmente, es entregado al Centurión, el cual decide llevarlo a Roma a espera de juicio. En el viaje, el barco naufraga, siendo un milagro el hecho de que nadie pereciera, ya que Dios se lo había prometido así.
Muerte de Pablo de Tarso
De los años 61 a 63, Pablo vivió en Roma, una parte en prisión y otra bajo vigilancia, pero vivir en cautiverio no le impidió seguir su trabajo para Dios.
Escribió en este periodo de tiempo, las Cartas a los Efesios, a los Colosences y a Filemón. Hasta que al no encontrar nada en su contra, le dan de nuevo la libertad.
Visita las ciudades de Acaya, Iliria y Creta, donde redacta las cartas a Tito y a Timoteo, así como la carta a los Hebreos.
En el año 66 es encarcelado de nuevo, a causa del testimonio de un falso hermano, y desde Roma escribe su ultima carta, la segunda de Timoteo, en la que como despedida expresa su deseo de sufrir por Cristo.
Su ultimo año lo vivió en una horrenda cárcel, sin amigos o hermanos debido al aislamiento. En el año 67 fue decapitado por la espalda con una espada, condición dada a los ciudadanos romanos ejecutados.
Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia.
Filipenses 1:21, Reina-Valera 1960 (RVR1960)
