≫ Porqué nuestro Dios nos llama así?
Saludos a todos hermanos, el día de hoy hablaremos de un tema general, del porqué somos Ovejas para Dios; que está centrado en la manera en la que nuestro Señor se refiere a nosotros en muchas ocasiones en la Biblia. Se trata de una referencia que El utilizó para referirse a los miembros de su congregación; o para hacerlo más entendible, a todos los que lo siguen.
De igual modo, al hacer referencia de nosotros como ovejas, se denomina a sí mismo como El Pastor. Se describe a sí mismo, como un individuo que no solamente es seguido por un gremio; sino que lo escuchan y se mantienen al pendiente de hacia donde orienta el camino para avanzar en esa misma dirección.
También se refiere a alguien que está atento al grupo, que se preocupa por su bienestar, que las alimenta y les da de beber; alguien que vigila a lo largo del camino para resguardarlas de cualquier posible peligro (el adversario) que se presente. Desde un depredador que se pudiera acercar, hasta un obstáculo que resulte impidiendo el paso de alguna enferma; o que resulte en accidente produciendo una perdida.
≫ Sómos sus Ovejas ?
De este modo, es como nuestro DIOS siempre ha cuidado de nosotros. Pendiente de cada circunstancia en nuestro camino, ya que el es todopoderoso y perfecto; que es capaz de ver los peligros en nuestro camino aún cuando nosotros no lo imaginamos. Que define el camino que debemos seguir para que nada malo nos ocurra; lo cuál le va dando forma a la definición de porqué somos Ovejas.
Pero aunque todos recorremos el mismo camino, y estamos bajo la cobertura del mismo Pastor, todos tenemos circunstancias diferentes porque nuestras fortalezas y debilidades cambian. Nuestro Señor es consciente de todo esto, por eso nos brinda mayor atención cuando nos descarriamos del redil. Cuando tropezamos, y cuando resultamos heridos es quién nos lleva en brazos hasta restaurarnos.
Ahora bien, todo esto es el sentido que tiene la parábola que nuestro Señor utiliza para referirse a nosotros. Pero hay que dejar claro dos cosas; la primera es que Él es nuestro Pastor, y aunque creo que eso estaría más que claro hay mucha gente que aún no lo entiende, y citaría el salmo 23 dónde dice que siendo El mi Pastor, nada me faltará.
≫ Dios es el Buen Pastor ?
Pero hoy en día vivimos una era, en la que mucha gente se da a la tarea de asumir esa posición; llamándose a sí mismos Pastores y usurpando el lugar del Padre. Ese punto no lo vamos a desarrollar mucho porque ya tenemos un artículo del tema. Y por eso tenemos multitudes de ovejas descarriadas, siguiendo las doctrinas, enseñanzas, opiniones o puntos de vista de estos hombres; y cuando llega el adversario, o las circunstancias se ponen difíciles, comienzan a clamar «porque Dios permitió esto»? O no encuentran restauración porque siguen a personas con sus mismas limitaciones.
Haciendo uso de la referencia que utilizó nuestro Señor, en el mundo solo existen cuatro; El Pastor, las ovejas, los cabritos y el león o lobos que buscan a quien devorar. Por ende no hay muchos Pastores para seguir, solo hay uno. Así que si no son ovejas de su redil, de dónde crees que tienen señorío? Si tú respuesta es pensar, que su señorío viene del Espíritu Santo, entonces que Espíritu tienes tu?
El Don del Pastorado nos da el servir a los nuevos creyentes, no el tener señorío sobre ellos; ya que en la congregación de Dios, todos somos ovejas. Además están los leones que acechan para devorar alguna, esto lo podemos revisar en otro tema que desarrollamos de «quién es el diablo?«.
También existen las ovejas descarriadas, que nuestro Señor siempre trata de que tomen el redil, pero estás ovejas no se pierden tampoco; porque el dice bien claro que de su mano nadie las arrebatará, así que su salvación no se pierde, pero luego hablaremos de ese tema.
Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen,
Juan 10:27-28, Reina-Valera 1960 (RVR1960)
y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano.
≫ Ovejas y Cabritos
De igual manera, existen dentro del redil los cabritos, que son individuos que tratan de hacerse pasar por ovejas, pero son un tipo de personas, que tienen intereses individuales, que están dispuestas a acercarse solo para beneficiarse de la manera que puedan, no están dispuestas a servir ni a sacrificarse por otros.
La representación de esta parábola, ubica a todos los seres humanos como ovejas o cabritos; los leones representan al adversario y sus autoridades, y claramente está Él, como la única autoridad para seguir. En tal sentido, cualquiera de nuestros hermanos con el don de Pastorado, también es una oveja; y enseña la voluntad del Pastor, quien es el único y verdadero Dios, y de él es toda la gloria y la honra.
El juicio de las naciones
Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria, y serán reunidas delante de él todas las naciones; entonces apartará los unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos. Y pondrá las ovejas a su derecha y los cabritos a su izquierda.
Mateo 25:31-33, Reina-Valera 1995 (RVR1995)
La segunda cosa es que aunque utilizó esa parábola para referirse a nosotros, es una parábola; tal y como la que uso con Pedro, cuando le dijo que lo haría pescador de hombres si lo seguía. Y esto también hay que dejarlo claro, porque hay personas aún confundidas; que no saben si la voluntad de su Dios es «que sean ovejas o pescados».
Entendamos ésto hermanos, que nuestro Señor haya usado esas parábolas, no significa que el quiera que seamos vulnerables a que cualquier red nos atrape; o realmente porque somos ovejas.
El propósito de Dios tiene muchos objetivos en tu vida; el primero es claramente rescatarte de dónde te encuentres y restaurarte, alimentarte y fortalecerte. Pero esto no es solamente para que te exhibas majestuoso como un pavo real; sino para que tu seas incorporado en su reino, el cual es un reino de amor y servicio.
≫ El mayor es el que Sirve…
Y esto nos lleva al siguiente propósito; para ser integrante de un reino, obviamente debes reconocer la autoridad del Rey, y cumplir con todos los estatutos, ordenanzas y leyes emanadas de éste. Por supuesto debes cumplir con lo que se te encomiende y con las tareas que te designen, si quieres que se te reconozca por lo que haces y demostrarte digno integrante de ese reino. Hacer la voluntad del Padre, es lo que determina porqué somos ovejas.
Debes realizar toda actividad con agrado, ya que hacerlo de mala manera es una actitud de rebeldía, y demuestra que solo cumples por obligación; que no estás identificado con el propósito del reino. Ésto te volverá no solamente un siervo obediente, sino alguien que siente apego por lo que hace y actúa con amor a su servicio.
Por último tenemos el desarrollo de nuestro servicio; el cual está enfocado al Prójimo, y aquí es donde vamos a ser un poco más específicos. Ya que si nosotros queremos servir, la misión es la más difícil que ha existido, y no es enfrentarnos al adversario; ya que su poder y señorío no tiene autoridad alguna sobre nosotros, sino que debemos enfrentarnos al ego de nuestro prójimo, para hacerle entender sus errores y arrebatarlo de manos del enemigo.
≫ Enfrentarse al Ego
Cómo es sabido por todo siervo de Dios, cuando decimos a una persona que está errada, o que está haciendo mal algo en su vida; no estamos enfrentando una idea, nos enfrentamos a un conglomerado de emociones como el orgullo, la arrogancia, la altivez, la prepotencia, el egoísmo, etc.
Por si no fuera esto suficiente, el adversario comienza a exponer sus argumentos a la mente de esa persona; y le muestra toda cosa material o carnal que podría perder si renuncia a su estilo de vida o modifica su conducta. Todo esto comienza a manifestarse en ira, violencia verbal y en ocasiones físicas, rechazo, y cualquier cantidad de manifestaciones negativas que debemos enfrentar.
Por está razón, el simple hecho de querer vivir mi vida al servicio de Dios, me convierte en un guerrero; que se enlistó en un ejército, y cuya única manera de servir es batallando contra todo esto. Pero nuestro Señor nos dió todas las herramientas necesarias para que no sólo nos enfrentemos, sino que con toda seguridad salgamos victoriosos. Que la valentía en nuestras acciones, de testimonio de porqué somos ovejas, siempre guiados por nuestro Pastor.
Nuestro Dios nos llama a ser esforzados y valientes (Josue 1:9), y cuando nos dice que nos manda como ovejas entre lobos, se refiere a que la manera de vencer al lobo no es con nuestra propia fuerza porque sería inútil, más bien quiere decir que si lo seguimos a Él, lograremos llegar a la meta que es la salvación, y el nos librará de los lobos.
Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas.
Josué 1:9, Reina-Valera 1960 (RVR1960)
≫ Vestidos de la Armadura de Dios
Para cerrar hermanos, el propósito de nuestro Dios no es que nos comportemos como una oveja en la vida; ni menos que nos dispongamos a seguir a hombre alguno. Sino que en todo tiempo hagamos uso de la comunión con el, haciendo uso de las manifestaciones del Espíritu; para que nos volvamos guerreros de su ejército, que reclamemos con autoridad territorios y rescatemos a nuestros hermanos.
Olvidemos esa vida religiosa que no sólo no nos deja crecer por no poner en práctica la palabra, enclaustrados en locales y siguiendo rituales. Cayendo en el error de que mientras más parecido mi ritual sea al servicio del templo de Israel, estaré más cerca de Dios. Ese no es lo que define porqué somos ovejas.
Lo que nos acerca a Dios es servirle en Espíritu y en verdad, rescatemos a nuestros hermanos para Dios. Dejemos de actuar como reclutadores religiosos. Comencemos a ser restauradores de vidas. No de modistas, pensando que al vestir diferente ya he cambiado una vida.
Unamos familias, reconciliemos matrimonios, y así iremos ganando autoridad para desafíos mayores como el sanar enfermedades y dar vista a los ciegos. Entendamos que no somos ovejas en el sentido carnal, somos soldados del ejército del Dios viviente.
La armadura de Dios
Efesios 6:10-12, Reina-Valera 1960 (RVR1960)
Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza.
Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo.
Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.
