Saludos hermanos, les damos la bienvenida una vez más. En ésta ocasión traemos un estudio sobre lo que es el pecado. Un estudio de gran relevancia para la fe del creyente, ya que de alli derivan gran cantidad de aspectos que influyen en nuestras vidas.
Saber lo que debemos hacer en nuestras vidas, para ser personas integras al servicio de Dios (o al menos intentarlo), es tan importante como saber lo que no podemos hacer. Es allí donde tiene relevancia el conocer lo que me aleja de Dios y que muchas veces hemos hecho sin darnos cuenta.
Actualmente se puede encontrar personas que enseñan sobre servir a Dios y que hablan de que es el pecado, muchas veces sin tener idea en realidad. Para no caer en confusiones y poder incluso orientar a otros al respecto, definiremos los términos para su mejor comprensión.
Definición de Pecado ?
La palabra pecado, proviene del lain peccātum, y significa que se está transgrediendo voluntariamente la ley de Dios. Lo cual implica que para pecar, se debe tener conocimiento de la ley y aun asi, violarla voluntariamente. Siendo ese el caso, cualquiera que desconozca la ley, sería tomado por inocente.
Pero como podrían entonces ser tomados como pecadores, todos aquellos que descendieron de Adán y vivieron antes de Moises? La explicación está en que las escrituras, provienen del hebreo y no del latin ni del griego. Aunque en griego la palabra sería Hamartia, y se refiere a vivir al margen de un código moral, acercándose más a la referencia de vivir alejado del propósito de Dios.
La palabra que se utiliza en hebreo es jattáʼth (חטא), que significa «errar» en el alcance de un objetivo o camino, como vémos en la referencia de las habilidades de los Benjaminitas con la honda (Jueces 20:16). También podemos encontrarlo en el caso de la referencia a encontrar a Dios (su camino)(Proverbios 8:35-36). Es así como podemos ver diferencias entre las veces que se habla de la transgresión de la ley y lo que conocemos como «pecado».
Transgresión o Pecado? ?
Existe una confusión entre ambos términos, y es que muchas veces creemos que se trata de lo mismo. Cuando hablamos de transgresión, nos referimos a violar alguna ley o estatuto establecido, lo que significa que cometemos delito. En el caso de Adán y Eva, se les prohibió comer de cierto árbol, y se les dijo que la consecuencia o castigo por hacerlo sería la muerte.
Todo se cumplió cuando pasaron a ser mortales y fueron expulsados del Edén. Pero es de hacer notar, que si bien la muerte había llegado a la humanidad a través de la transgresión de Adán (Romanos 5:14), ya no habia manera de que la humanidad transgrediera la Ley del Edén.
El hombre ya no se encontraba en el Edén, por lo que no podría comer del mismo árbol. Entonces como reinaba la muerte para personas que no habian nacido cuando Adán estuvo en el Edén? Ocurría debido a que las personas no transgredían una ley, pero no estaban cumpliendo el propósito de Dios.
No obstante, reinó la muerte desde Adán hasta Moisés, aun en los que no pecaron a la manera de la transgresión de Adán, el cual es figura del que había de venir.
Romanos 5:14, Reina-Valera 1960 (RVR1960)
Traducciones Confusas ?
La falta de traducciones e interpretaciones, que pongan en manifiesto la diferencia de los términos, ha hecho que en el castellano parezcan redundar las escrituras. Además eso impide saber muchas veces, cuando el escritor se refiere a la transgresión de la ley o al apartarse de Dios. Sólo se puede notar la obviedad cuando se describe de dos maneras lo que parece decir lo mismo, por lo que se deben leer textos originales para comprender.
En 1 de Reyes 8:50, podemos ver como se refiere a dos aspectos diferentes, donde uno trata de explicar que hubo transgresión de la ley y el otro se refiere a apartarse de Dios. Por tal motivo, se podía ser una persona que cumpliera la ley, pero estar distante de cumplir el propósito de Dios.
Y perdonarás a tu pueblo que había pecado contra ti, y todas sus infracciones con que se hayan rebelado contra ti, y harás que tengan de ellos misericordia los que los hubieren llevado cautivos;
1 Reyes 8:50, Reina-Valera 1960 (RVR1960)
Conforme al corazón de Dios
Cuando leemos sobre David, podemos ver que se trataba de un hombre conforme al corazón de Dios (1 de Samuel 13:14). A pesar de haber transgredido la ley, codiciando la mujer del prójimo, tenía disposición de hacer todo lo que Dios le pidiese. El ser una persona que procura agradar a Dios, podía brindar una posición privilegiada ante Él. Y por eso Amós también destaca la transgresión de la ley y lo coloca en una condición diferente a seguir su camino.
Así ha dicho Jehová: Por tres pecados de Judá, y por el cuarto, no revocaré su castigo; porque menospreciaron la ley de Jehová, y no guardaron sus ordenanzas, y les hicieron errar sus mentiras, en pos de las cuales anduvieron sus padres.
Amós 2:4, Reina-Valera 1960 (RVR1960)
Aparte de David existen otros casos que se pueden destacar, como lo fué el de Enoc (Génesis 5:24). Enoc no vivió bajo la ley, pero pudo llegar a Dios viviendo conforme a su propósito, a pesar del reinado muerte sobre los hombres. Dios otorgó la ley, pero también existen ordenanzas particulares para nosotros, que aplican para cada persona según su propósito.
Podemos tomar en cuenta a Moisés, que tampoco vivía bajo la ley, pero no actuó conforme al corazón de Dios al golpear la roca (Números 20:10-12). El vivió bajo un propósito, y no transgredía ninguna ley en ese momento, pero movido a ira se aparto de Dios en ese momento.
Caminó, pues, Enoc con Dios, y desapareció, porque le llevó Dios.
Génesis 5:24, Reina-Valera 1960 (RVR1960)
Yeshua nos hizo ver
Jesús nos hace la observación de que debíamos llevar una vida bajo el propósito de Dios. Dividía el cumplir la ley de el hacer cosas particulares, como cuando habla con el joven rico. Allí podemos notar que se podía ser fiel a la ley (aunque en muchas ocasiones fallemos), pero que necesitamos seguir su camino.
El amor es el camino de Dios (Misericordia quiero y no sacrificio). Si bien la ley permanece para orientar nuestra manera de vivir, permitiendo la convivencia armoniosa con todo y todos, el amor lo supera todo. Sin tomar en cuenta que el seguir a Dios en sus propósitos se refiere al día a día, podríamos creer que el hablar del pecado se refiere sencillamente a la ley.
Entonces vino uno y le dijo: Maestro bueno, ¿qué bien haré para tener la vida eterna? 17 Él le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno sino uno: Dios. Mas si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos. 18 Le dijo: ¿Cuáles? Y Jesús dijo: No matarás. No adulterarás. No hurtarás. No dirás falso testimonio. 19 Honra a tu padre y a tu madre; y, Amarás a tu prójimo como a ti mismo. 20 El joven le dijo: Todo esto lo he guardado desde mi juventud. ¿Qué más me falta? 21 Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven y sígueme.
Mateo 19:16-21, Reina-Valera 1960 (RVR1960)
Ni Transgredir ni Pecar ?
Los mandamientos de Dios no están desvinculados del amor, ya que el amar a Dios sobre todas las cosas y el amor al prójimo, abarcan todo en nuestras vidas. Los fariseos procuraban cumplir la ley a toda costa, eso no sólo los volvía hipocritas por no poder cumplirla. Sino que también los alejaba del propósito de Dios, ya que el cumplir la ley y los profetas, significa vivir una vida con Dios.
Debemos vivir una vida de procurar cumplir la ley, a la vez que debemos demostrar el amor por el prójimo. Esa fue la razón de la parábola del buen samaritano, que demostró que se podría agradar a Dios sin haber cumplido antes la ley.
¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque diezmáis la menta y el eneldo y el comino, y dejáis lo más importante de la ley: la justicia, la misericordia y la fe. Esto era necesario hacer, sin dejar de hacer aquello.
Mateo 23:23, Reina-Valera 1960 (RVR1960)
Procuremos ser perfectos, como nuestro Padre que está en los cielos es perfecto. Que el pecado no se apodere de nuestras vidas. No nos alejemos de Dios, sino mas bien que nuestra vida entera sea para Él. Seamos tan dedicados al servicio de Dios, que el procurar cumplir su ley no nos enfríe el amor ni nos vuelva arrogantes.
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